Título
Guirnalda de flores y Santa Rosalía
Tipo de obra
PinturasEscuela
AmberesSiglo
Mediados del s. XVIIDimensiones
53.5 x 39 cmTécnica
ÓleoSoporte
LienzoObservaciones
Las dos guirnaldas de Jan Philip van Thielen, conservadas en la Colección Santamarca, son un magnífico ejemplo de este tipo de pintura, característico del arte flamenco. Van Thielen trata las guirnaldas con la meticulosidad y delicadeza propias del estilo flamenco, aunque su disposición simétrica y rígida de los grupos de flores les da un carácter algo arcaico, diferenciándolo de la fluidez y ligereza de su maestro, Daniel Seghers. Esta meticulosidad contrasta con el carácter más libre y esbozado de las escenas centrales, que posiblemente sean obra de otro artista, como es común en este género. Se sabe que van Thielen colaboraba a veces con Erasmus Quellinus, pero es poco probable que las escenas en estos cuadros sean de su mano. A una escala más amplia, este estilo de pintura influyó en varios pintores madrileños de la época que se especializaron en obras florales, como Juan de Arellano y sus discípulos, en especial Bartolomé Pérez.
La guirnalda dedicada a Santa Rosalía forma pareja con otra guirnalda que tradicionalmente representa a Tobías y el Ángel. Anteriormente interpretada como la Asunción de la Virgen, la escena central ahora se identifica como Santa Rosalía en éxtasis hacia los cielos, con su mano derecha sobre el pecho y la izquierda extendida en súplica. Dos querubines colocan una corona de rosas sobre su cabeza, un motivo inspirado en Van Dyck, cuyas representaciones de Santa Rosalía son bien conocidas. El descubrimiento de sus reliquias en Palermo en 1624 suscitó una intensa devoción en toda la cristiandad, un evento que Van Dyck ayudó a popularizar con sus obras. La guirnalda sirve así como marco ideal para la elevación celestial de la santa, invocada como protectora contra la peste.
Las flores y los frutos en la guirnalda, incluyendo un racimo de naranjas en el centro, acentúan el aspecto simétrico y contribuyen a una armonía visual con la guirnalda dedicada a Tobías y el Ángel, en la que un grupo de limones está dispuesto de manera similar. Esta simetría también se refleja en la disposición de ramas y flores, donde tulipanes, rosas y anémonas se mezclan con campanillas y margaritas. Los narcisos amarillos presentes en las esquinas inferior y superior añaden un equilibrio rítmico a la composición. A diferencia de las obras de Seghers, estas guirnaldas de van Thielen se caracterizan por una estructura más ornamentada y detalles más densos, así como por un entrelazado de elementos vegetales que transmite una sensación de alegría.
La reciente publicación de estas guirnaldas de la Colección Santamarca es de particular interés, ya que estaban ausentes en el catálogo exhaustivo compilado por Marie-Louise Hairs sobre la pintura de flores flamenca del siglo XVII. Estas obras representan, por lo tanto, un importante descubrimiento para nuestra comprensión de la obra de van Thielen, un discípulo fiel de Seghers pero dotado de una originalidad propia.
Bibliografía
- M. Díaz Padrón (2018): "Dos guirnaldas de Jan Philip van Thielen en la Fundación Santamarca", Tendencias del mercado del arte, nº 114, pp. 90-91.
- W. Rincón García, e.a. (2017): Colección Santamarca : Esplendor barroco de Luca Giordano a Goya y la pintura romántica, Diputación Provincial de Zaragoza, Zaragoza, pp. 258-259, il. 97.
- (1984): Colección Santamarca: pinturas restauradas en 1983, Fundación Banco Exterior, Madrid, pp. 38-39, il. 14.
Ubicaciones
- Colección Santamarca, Madrid (España) (Número de inventario: 42)
